A partir de la siguiente tabla
A
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B
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C
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D
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E
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F
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G
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H
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1
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1
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1
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1
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1
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1
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1
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1
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2
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2
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2
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2
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2
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2
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2
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2
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3
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3
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3
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3
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3
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3
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3
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3
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4
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4
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4
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4
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4
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4
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4
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4
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la Copa del mundo, en su fase de grupos, se disputará
en cada serie, así:
1 – 2 / 3 – 4
1 – 3 / 2 – 4
1 – 4 / 2 – 3
Salvo que en la numeración de los Bombos haya sorpresas, se
supone que en los Bombos 1 y 2 tenemos los equipos que en principio son
favoritos a clasificar a la fase de copa*: los
cabezas de serie y los 8 europeos que le siguen.
(*) Fase de “copa” refiere a los play off. La fase de
grupos es también llamada fase de “campeonato” (todos contra todos).
De ser así, la Copa del mundo empezará con el partidazo 1
contra 2, y los partidos siguientes ya no lo serán tanto, salvo el
enfrentamiento entre los equipos
2 y 3 en la última fecha, que teóricamente debería determinar
quién clasificará junto al equipo 1.
Yo creo que el mejor fixture para la fase de grupos es:
1 – 3 / 2 – 4
1 – 2 / 3 – 4
1 – 4 / 2 – 3
Con esta modificación en las dos primeras fechas, tenemos un
inicio “suave”, con partidos que favorecen a los equipos candidatos
(1 y 2), luego una segunda fecha con el gran partido 1 contra 2 y la
oportunidad para el equipo 3 de ponerse a tiro en caso de derrotar al 4, para
llegar luego a la definición espectacular entre los equipos 2 y 3.
Ya con la fase de grupos terminada y los 16 equipos
clasificados, en la fase de copa el fixture oficial será:
Octavos de final:
(1) A1 – B2
(2) B1 – A2
(3) C1 – D2
(4) D1 – C2
(4) D1 – C2
(5) E1 – F2
(6) F1 – E2
(6) F1 – E2
(7) G1 – H2
(8) H1 – G2
(8) H1 – G2
Cuartos de final:
C1: 1 – 3
C2: 2 – 4
C3: 5 – 7
C4: 6 – 8
Semifinales:
S1: C1 – C3
S2: C2 – C4
Tercer puesto:
Perdedores S1 y S2
Perdedores S1 y S2
Final:
Ganadores S1 y S2
Como los cabezas de serie que ocupen los puestos B1 … H1
surgirán de un sorteo, los futuros cruces son por completo azarosos, y aunque
los favoritos confirmen sus candidaturas ganando sus respectivos grupos, ya en
cuartos de final podría haber cruces dignos de una final de Copa del mundo,
como suele suceder. En la
última Copa del mundo, por ejemplo, tanto Argentina y
Alemania como Brasil y Holanda se enfrentaron en cuartos de final, pese a que
todos habían hechos las cosas bien ganando sus grupos. Y mientras, en los otros
cruces, se enfrentaban España con Paraguay, y Uruguay con Ghana…
Siguiendo el modelo propuesto en el artículo “Una construcción de series a la altura de nuestras expectativas”, donde los equipos están rigurosamente ordenados de
acuerdo a su potencial, el fixture para la fase de copa sería, en octavos de
final, idéntico al de la FIFA, pero a partir de cuartos de final, de esta otra manera:
Cuartos de final:
C1: 1 – 8
C2: 2 – 7
C3: 3 – 6
C4: 4 – 5
Semifinales:
S1: C1 – C4
S2: C2 – C3
Tercer puesto:
Perdedores S1 y S2
Perdedores S1 y S2
Final:
Ganadores S1 y S2
Con este fixture, si los 4 principales candidatos consiguieran
derrotar a sus rivales de cuartos de final, se enfrentarían entre sí recién en
semifinales y con el criterio de 1 vs 4, y 2 vs 3.
Ni más ni menos que como ocurre en la mayoría de los torneos
de tenis, donde no es casualidad que las finales las terminen jugando casi
siempre Djokovic contra Nadal.
Alguien podría decir: mejor dejar lugar a las sorpresas. Y
yo replico: las sorpresas en fútbol siempre se dan. Pero que no sean fruto de
una mala organización. Si -siguiendo uno de mis ejemplos- Costa de Marfil
consigue clasificar segundo en su grupo eliminando a Colombia, si en octavos de
final sorprende eliminando a Alemania, si en cuartos de final derrota a
Holanda, y si en semifinales doblega a Argentina… ¡pues está bien! Que le gane
la final del mundo a Brasil en su propia casa. ¡Que nos dé la sorpresa, pero
que se la gane en la cancha, y no favorecido por un fixture amigable!
Y tal vez alguno se pregunte: ¿y a cuento de qué todo esto,
si el mundial se jugará de la forma en que vaya a jugarse, los partidos serán
los que serán, habrá como siempre grupos insulsos y grupos de la muerte, pero
igual nos apasionaremos durante todo un mes?
Pues a cuento de que me gustaría todavía disfrutarlo más. A
cuento de que la competencia es mejor cuanto más justa es. Y también, por qué
no decirlo, a cuento de que de algún modo hay que matar esta espera
insoportable hasta el 6 de diciembre…
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