lunes, 30 de junio de 2014

Los dueños de la pelota

Cuando perdimos con Costa Rica, mi hermano Yamandú me preguntó: ¿cuál es el verdadero Uruguay, este tan parecido al de años atrás, o el de Sudáfrica? No fue una pregunta dirigida a mí, sino a los Dioses, a la Historia, a alguna Entidad que pudiera dar luz al respecto. Pero me dejó rumiando todo este tiempo, mientras se desarrollaba esta extraordinaria tragedia en cuatro actos: sorpresiva derrota inicial, el regreso del héroe y de la victoria, una nueva victoria pero con la pérdida del héroe para siempre, y la derrota final.

Tras la eliminación ante Colombia, Tabárez declaró que “esto” era a lo que Uruguay podía jugar. Y no se refirió exclusivamente a ese partido y ni siquiera a su proceso de ocho años: aseguró, casi como un desafío hacia el futuro, que sólo a “esto” es a lo que podemos jugar. ¿Y qué es “esto”? Según el propio Tabárez, “esto” es no dejar jugar al rival, disputar los partidos con el cuchillo entre los dientes y forzar un error que nos permita ganar “a la uruguaya”. Desde 2010 hasta acá, la mayoría de los periodistas deportivos uruguayos han repetido con orgullo que Uruguay consiguió el 4º puesto sin haber tenido nunca mayor posesión de pelota que su rival, como si eso fuera un mérito o un certificado LATU de calidad “a la uruguaya”.
¿De dónde sacaron que eso es “jugar a la uruguaya”?

Los que vivieron aquellos tiempos, cuentan que los campeones de 1924, 1928 y 1930 jugaban muy bien al fútbol y eran los mejores en el mundo. Sabemos que en 1924 la selección celeste causó en Francia una sensación similar a la que provocó Holanda cincuenta años después en Alemania.
El equipo de 1950 tuvo garra para derrotar a Brasil en Brasil, pero aquellos finalistas eran muy parejos entre sí, ninguno era claramente superior al otro. En ese contexto de paridad, el de personalidad más fuerte, el de mayor convicción, se impuso. Pero es bueno recordar que el legendario comentarista César L. Gallardo, apenas terminada la final en Maracaná, no dijo que Uruguay hubiese ganado por la garra de Obdulio Varela, sino porque Uruguay tenía al Robben de la época, Ghiggia, puntero imparable y goleador. O sea, se ganaba jugando al fútbol.

Yo siempre tomo el mundial de 1974 como el inicio del fútbol moderno. Hasta 1970 la táctica y la estrategia quedaban opacadas por el talento individual. Fue, lo que podríamos llamar, la época romántica del fútbol, dominada por Brasil, Uruguay e Italia, y testigo de la irrupción de Alemania como una cuarta potencia.
El primer mundial que vi con comprensión del juego fue precisamente el de 1974. Y después de la tristeza y vergüenza de ver a diez uruguayos correr 90 minutos detrás de la pelota que diez tipos vestidos de naranja hacían circular para adelante, para atrás, para los costados, como nunca se había visto jamás hacer a nadie hasta entonces, y donde cada jugada terminaba con el gran Mazurkiewicz atajando la mayor cantidad de pelotas que jamás en su vida profesional tuvo que atajar, después de esa amargura, me transformé en admirador del fútbol de Holanda y lloré cuando perdió la final contra los locales.
Ese fue el inicio de la era actual del fútbol, que incorporó conceptos desconocidos hasta entonces: dinámica, movilidad, descubrimiento y utilización de espacios, bloques defensivos y ofensivos, transiciones, etc. Conceptos que implican un elaborado plan de juego en equipo, e intérpretes (futbolistas) con técnica e inteligencia.
Desde que esa evolución comenzó, desde 1974 hasta 2006, se disputaron 9 Copas del mundo. A las de 1978, 1982, 1994, 1998 y 2006 Uruguay no pudo clasificar. En 1974 no pasó la fase de grupos, con 1 empate y 2 derrotas; en 1986 y 1990 pasó la fase de grupos como mejor tercero y perdió en octavos (entre ambos torneos ganó 1 partido -contra Corea con gol en la hora-, empató 3 y perdió 4); en 2002 no pasó la fase de grupos, con 2 empates y 1 derrota. Un resumen de 1 victoria, 6 empates y 7 derrotas a lo largo de 32 años. 9 goles a favor y 24 en contra.

Son estos números elocuentes los que explican la pregunta casi desesperada de Yamandú: ¿qué Uruguay somos, el de esos 32 años, o el del cuarto puesto en Sudáfrica?
Yo creo que el Uruguay de esos 32 años de frustraciones es el mismo de estos 8 últimos años con cuarto puesto en 2010 y entre los mejores 16 del mundo en 2014. Es el mismo Uruguay que, según Tabárez, debe contentarse con minimizar las virtudes del rival y esperar agazapado a que se le presente una oportunidad para golpear. Ese Uruguay del que la mayoría de los periodistas deportivos dice con orgullo que salió 4º tras jugar 7 partidos sin tener nunca la posesión de la pelota.

Yo pregunto: ¿a quién que haya jugado alguna vez a la pelota (porque de eso se trata el fútbol, de jugar a la pelota), le gusta correr detrás de ella, mientras los demás juegan con ella? ¿A qué niño le gusta que lo agarren de “monito”? ¿Qué jugador -profesional o no- en el mundo, prefiere correr como un imbécil detrás de la pelota, en lugar de tenerla, acariciarla, pisarla, disfrutarla, y compartirla con sus compañeros de equipo? Tenemos jugadores que saben jugar muy bien a la pelota. ¿Por qué utilizarlos casi exclusivamente para correr detrás de ella? ¿Por qué esa imagen repetida de nuestros temibles delanteros desgastándose más de una hora corriendo a los defensas rivales?
Una de las razones por las que el fútbol es tan apasionante es porque no necesariamente gana el mejor. Pero el mejor suele ganar más veces que el peor. Un equipo puede ganar jugando peor una vez, dos veces, hasta tres… pero no siete. No siempre te va a pasar que Gyan erre el penal en la hora, o que Gerrard habilite a Suárez mientras te apedrean el rancho.
Mientras haya gente como Tabárez que piense que el destino del futbolista uruguayo es correr detrás de la pelota que mueven mejor nuestros rivales, mientras eso pase, la regla serán los 32 años de frustraciones, y la insólita excepción el 4º puesto de Sudáfrica.

Pero no son todos palos para Tabárez. Tabárez diseñó un plan de trabajo que obligaba a que la selección estuviera por encima de los intereses de los clubes, que hubiese un proyecto único de selección en todas sus categorías, que hubiese un “perfil” del jugador de selección, para el cual no sólo cuenta su destreza, sino también su profesionalismo, inteligencia y compromiso grupal. Haber logrado eso es un mérito enorme de Tabárez. Y gracias a ello, Uruguay mejoró notoriamente su competitividad.
También es mérito suyo y de otros técnicos de su estilo, comprender que no podemos intercambiar golpes con rivales superiores sino que debemos defendernos y contragolpear. Está bien, pero a juzgar por cómo jugamos, ¿todos nuestros rivales son superiores? Porque siempre jugamos a defendernos y al contragolpe…

La personalidad del futbolista uruguayo es insuperable. Hay selecciones -pocas- que pueden tener tanta personalidad como nosotros, pero no más. Esa personalidad y nuestra rica historia, que nos permite legítimamente sentirnos campeones y herederos de campeones, nos otorga una ventaja enorme sobre otros países. Pero si no somos capaces de tener la pelota, de disfrutarla, de jugar con ella, esa personalidad y ese linaje no alcanzan. Yo creo que los grandes futbolistas que vienen de sus exitosos equipos europeos para ponerse la celeste son héroes nacionales. Porque la verdad, con la mano en el pecho, hay que tener amor por la camiseta para salir a la cancha a ser el monito de los rivales, partido tras partido, a escuchar el ole de la tribuna, con los dientes apretados y la esperanza de que se te presente esa única oportunidad para sacarte toda la bronca de encima gritando un gol. Después de todo, al fútbol hay que jugarlo, no sufrirlo. Y estos cracks nuestros están acostumbrados a jugarlo y jugarlo bien. No hay por qué pedirles que sufran. Y encima decirles que será así para siempre jamás, que ese es el camino, que eso es a lo único a lo que puede jugar Uruguay. Por favor…

La razón porque les escribo esto, es porque me preocupa de verdad el simplismo con el que se está manejando esta eliminación. El “caso Suárez” y las victorias ante Inglaterra e Italia, nos dan un pretexto fabuloso para barrer debajo de la alfombra y creer que está todo bien. Y lo que yo creo es que mientras nuestros jugadores entren a una cancha de fútbol para correr detrás de la pelota, mientras nuestros grandes delanteros deban gastar sus energías persiguiendo rivales, mientras eso suceda, la cosa no está nada bien, y no habrá garra que alcance. Y quiero creer que si de a poco logramos que los uruguayos, los consumidores de fútbol en Uruguay, tomamos conciencia de que lo primero y más importante es respetar a la pelota, tratarla bien, tal vez ayudemos a que los atrofiados mentales que dominan el fútbol uruguayo, empiecen a comprender que no se puede jugar a la pelota, sin la pelota.

Escribo esto porque el “caso Suárez” y las victorias ante Inglaterra e Italia nos dan un pretexto fabuloso para barrer debajo de la alfombra, decir que perdimos por culpa de la FIFA y que con nosotros está todo bien. Y yo creo que la cosa no está nada bien.
Ninguno de nosotros tenemos la posibilidad de cambiar el fútbol uruguayo. Pero al menos podemos tomar conciencia de cuáles son nuestras verdaderas limitaciones, hablar con nuestros amigos para hacérselas ver a ellos, publicar en la web lo que verdaderamente nos pasa. Desde hace cuarenta años, quienes dirigen el fútbol uruguayo creen mayoritariamente que nuestro único modo de competir es cediendo la pelota al rival y esperar por una oportunidad propicia para convertir. Por favor, ¡volvamos a ser los dueños de la pelota! Si de a poco todos vamos comprendiendo que nuestros enemigos no son la FIFA ni las conspiraciones mundiales, sino que nuestro principal problema es que estamos peleados con la pelota, tal vez de a poco logremos que los atrofiados mentales que gobiernan el fútbol uruguayo comprendan que no se puede jugar a la pelota, sin la pelota.


4 comentarios:

  1. excelente aun algunos queremos a la pelota

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  2. Que hermosas semifinales quedaron!! Por suerte no se metió en la definición ninguna sorpresa jaja…
    Bueno empiezo por unas de las ultimas cosas que escribiste “creer que perdimos por culpa de la FIFA” totalmente de acuerdo. La verdad estoy bastante cansado de escuchar que la fifa nos quiere afuera, que Brasil nos quiere afuera, etc… Yo miro futbol desde niño y que la fifa es corrupta se sabe desde siempre pero parece que después del caso Suarez todos los uruguayos nos dimos cuenta que son los malos de la película…
    Suarez estuvo mal, como nos llevó a octavos también en gran medida nos dejó afuera del mundial.
    Yo creo que ambos tienen razón el maestro y vos...
    Esta selección no puede jugar un mejor futbol, quizás pueda por algún periodo del partido pero no plantear un partido con la tenencia del balón. Me parece que por un lado no tenemos jugadores en esta selección con muy buen pie y por otro lado el ADN (frase muy usada en el fobal) del uruguayo no siente ese futbol. Desde el baby a los niños se les enseña que es importante ganar y no tanto el “buen futbol” y creo que es esa mentalidad la que hace que el futbol uruguayo pueda competir contra las grandes potencias casi de igual a igual. El estado de las canchitas de baby futbol lo demuestran, solo tienen pasto en los corners, se juega todo por arriba y no se prioriza la pelota por abajo.

    A mi me encantaría que Uruguay juegue como el barca pero me parece que para eso se tendría que dar un cambio drástico a nivel de todo el futbol uruguayo empezando por el baby futbol, y ese cambio llevaría unos 20 años para que se vean los resultados como le paso al barca o a España, acordate que por muchas décadas iban a los mundiales a jugar lindo y perder como siempre hasta que llego una camada de grandes jugadores y ganaron todo, algo parecido le paso al barca.
    El ejemplo de España me parece que está bueno porque hicieron una reforma de todo el deporte para Barcelona 92 y a los 20 años más o menos tuvieron éxito siendo campeones de futbol, futbol de salón, básquet, tennis y hasta en la formula 1….
    El tema que lograr esto lleva mucho tiempo y tranquilidad de no cambiar todo cuando se pierden 3 partidos seguidos, acá en Uruguay es casi imposible…
    Tabarez si bien no plantea un futbol que a mí me encanta le tengo que reconocer la “limpieza” y orden que logro a nivel de todas las categorías de las selecciones y que tuvo bastante independencia de la gran T, yo creo que debe ser el mejor director técnico que tuvo la selección.
    Sino es Tabarez no se quién podría agarrar la selección, los nombres que se manejan me parece son más o menos lo mismo, tampoco se quién podría encabezar una reforma como la que comente antes, capaz Poyet que estuvo mucho tiempo en europa y viene con nuevas ideas…Pero para mí el problema o la causa de que juguemos de esta forma está en la raíz del futbol uruguayo y no tanto en el técnico de turno.
    Abrazo! Luis M.

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  3. Estoy 100% de acuerdo, Luis. Arrancar desde el baby fútbol y el fútbol infantil en general, con la paciencia de perder todo lo que sea necesario y con canchas en condiciones a todos los niveles. Está claro que lleva tiempo y nadie parece tener paciencia. Pero la pregunta es: ¿acaso no es mucho tiempo 40 años sin tener dominio de la pelota? ¿Y en estos 40 años qué hemos conseguido? Un cuarto puesto y ahora un 12º puesto, y todas las demás derrotas que cité en mi nota anterior. Parecen muy magros resultados como para que justifiquen la impaciencia.
    Me encantó este Mundial. Para mi gusto quedaron los cuatro mejores, sin sorpresas de ningún tipo. Para mi gusto y de acuerdo a lo visto, quienes vendrían inmediatamente después de estos cuatro serían Francia, Bélgica, Chile, Colombia, México y EEUU. Y fijate que tres de ellos llegaron a cuartos, y los otros tres que no pasaron de octavos fue porque perdieron ante rivales superiores. Es raro que en un mundial se dé tan 100% la lógica.

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  4. Capaz estamos más de acuerdo que en desacuerdo. Si tengo pasta, el tuco, el queso, y quiero comer asado a la parrilla... Vamos Mal. Desde que tengo recuerdo de la selección, 1966, el juego uruguayo ha sido no maravilloso. En clubes ha sido diferente en muchos casos. En lo visto en selecciones veo gran carencia de fundamentos básicos, pases mal hechos y así no saber tener dominio de la pelota y elaboración de jugadas. Como se ha dicho se necesita un cambio desde el baby. Pero mi recuerdo jugando es sólo querer jugar, nada de trabajo muscular, nada de entrenamiento en fundamentos, sólo ir al picado con dientes apretados y a ganar como sea. Creo que Tabarez tomó los ingredientes y así generamos resultados. De una forma no vistosa, sí. Pero con esa dinámica estos partidos ganados a mi me han gustado. Me refiero, Sudáfrica, México, Korea, Ghana, Italia, Inglaterra (no hago listado de eliminatorias, otras copas y amistosos). Que me pone muy mal ver que no hacemos 3 pases, SSSIIII, pero esos cambios dependen de mucho más atrás. Prefiero, por ahora, ganar aún de esta forma, muchas veces maravillosa. Carrasco quiso hacer asado y la carne no estaba. Capaz seguía más años y operaba el milagro, el cambio. Yamandú

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