Por varias razones.
Porque hago este blog para conocer y relacionarme con aquellos a los que, como yo, nos gusta el fútbol más allá de la pasión.
Vale la pena aclararlo: la palabra pasión se ha puesto muy de moda. Y claro que me apasiona el fútbol. Pero se lo disfruta, no más, pero sí de otro modo, cuando además de verlo y sentirlo, lo pensamos.
También porque el fútbol, su táctica y estrategia, muchas veces nos sirven de ejemplo para explicar o analizar otros aspectos del mundo o de la vida, mucho menos importantes que él, por supuesto, pero a pesar de todo necesarios.
Y aún porque pensar, en términos de fútbol, supone un modo de pensar, que acaso sólo los futboleros podemos entender y que en todo caso no vale la pena explicar.
Desde ya están invitados a participar todos los que quieran enviarme sus reflexiones. Serán publicadas siempre y cuando sean eso, reflexiones, y no meras expresiones de deseo o aliento.
Hace un tiempo leí un artículo de un porteño que reflexionaba sobre la tragedia de que River Plate bajara a la B. Y comenzaba su artículo más o menos con estas palabras. Entre futboleros sabemos que nada de lo que digamos vale si primero no confesamos de quién somos hinchas. Yo soy hincha de Vélez. Y acto seguido desarrollaba por qué, a pesar de no ser hincha de River, calificaba de tragedia nacional el descenso del equipo que había dado la mayor cantidad de jugadores talentosos a lo largo de la rica historia del fútbol argentino.
Yo soy hincha de Nacional. Y espero en todos mis artículos hacer honor al ejemplo que acabo de citar de este camarada de las canchas, porteño y velezano.
Daniel Amorín
