viernes, 6 de diciembre de 2013

Un sorteo como sólo Dios manda

El gran termómetro sobre la avenida Siete de setiembre marcaba 31º, pero dentro del bar Pelourinho frente a una generosa jarra de cerveza helada, la sensación térmica era más agradable.

Joao Pedro y yo ya habíamos hablado más de lo necesario, así que ahora sólo escuchábamos y observábamos, en silencio, el fatigoso circo mediático de la FIFA.
Sorteo de la Copa del mundo Brasil 2014, Salvador de Bahía, 6 de diciembre de 2013.

Y allí estábamos nosotros, lejos de la carpa de las personalidades, pero rodeados de decenas de futboleros de pura cepa, bahianos casi todos, que parloteaban, gritaban, e ironizaban sobre los números musicales de la ceremonia. Es que a todos nos había sorprendido venir a enterarnos, justo ahora, que en Brasil también había malos cantantes. 

Cuesta imaginar el esfuerzo de la organización de la Copa del mundo por encontrarlos precisamente para esta ceremonia transmitida en directo a todo el planeta. Pero, contra todo pronóstico,  lo habían logrado.

Los pronósticos que no fallaron, en cambio, fueron los de mi viejo amigo Joao Pedro.

Su primera guiñada fue a las 14.02 (hora de Brasil, claro está), cuando Camerún fue a parar al grupo de Brasil. Yo le sonreí mientras con el labio inferior me limpiaba los restos de espuma de cerveza. Pero para mis adentros pensé: “a ver si este tipo acierta también lo del grupo de Uruguay”.

Es que Joao Pedro me había dicho: Brasil va con Camerún, México y el europeo es Grecia, Bosnia o Croacia. Me llamó la atención que dijera México en lugar de Honduras, Irán o Australia. Pero Joao me explicó que ese partido era especial, porque lo ganaban mientras Neymar le firmaba autógrafos a los jugadores mexicanos. ¿Y para Uruguay, también tenés vaticinio? –le pregunté yo: “le tocan los dos europeos, dos campeones del mundo”. Yo le había respondido con una sonora carcajada y estas palabras: “estás cagado, Pedrinho, nos querés eliminar rápido no sea cosa que repitamos lo del 50”.

Pero ahora el que estaba cagado era yo. ¿Y si Joao seguía acertando y éramos el único cabeza de serie sudaca que se llevaba el europeo de regalo?

El resto no vale la pena contarlo porque todos lo vimos. Primero la cintita que nos adjudicaba el noveno europeo, después la bolilla de Italia, y tras pasar por el alivio de Costa Rica, la temida cuarta bolilla y la confirmación del pronóstico de Joao: Italia e Inglaterra en nuestro mismo grupo, dos campeones del mundo, noveno y décimo del ranking FIFA. ¿Para esto queríamos ser cabeza de serie?

Nobleza obliga, y antes de despedirme de Joao, me hice cargo de todas las cervezas consumidas. El tipo las había ganado en buena ley. Brasil con Camerún, México y Croacia; Uruguay con Italia e Inglaterra.

Lo peor es que en otros tiempos, cuando las bolillas las agarraba gente desconocida, se decía que estaba el asunto de las bolillas frías, y que al tacto se decidía la suerte de todos. ¿Pero ahora qué vamos a decir? ¿Que todas estas estrellas del fútbol mundial, Ghiggia incluido, estaban arregladas?

No, la cosa fue por sorteo y chau. Nosotros nos jodimos y a otros les fue macanudo.

Einstein dijo que Dios no jugaba a los dados. Yo eso no sé. Pero de que es argentino y brasileño no tengo ninguna duda. O sea, flor de pastelero.

7 comentarios:

  1. Pero si sólo es cuestión de golear a Costa Rica. Los demás partidos son empates.

    ResponderEliminar
  2. Esto lo organizaron entre Ronaldo y Bebeto, con Cafú de complice, eso sin dudas.


    El tipo seguía creyendo en todas las teorías conspirativas :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y capaz que Kempes también metió la cuchara. ¿No viste el grupo de Argentina? Bosnia, Irán y Nigeria...

      Eliminar
  3. Pensemos en la contrariedad de nuestros rivales. Pensemos en los pobres costarricenses, que van a tener que enfrentar nada menos que a tres campeones del mundo. Reconozco que estoy entrando en el terreno de los consuelos dudosos. Como el caso del tipo que, maltrecho después de una pelea callejera, argumenta: "tendrían que ver cómo quedó el otro"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo pienso exactamente igual. No me imagino a italianos ni ingleses celebrando que les toque Uruguay. La cuestión radica en cual de los tres heridos de guerra deberá volver rápido a su casa. En cuanto a Costa Rica, Brasil tiene una oferta turística excelente para disfrutar entre partido y partido.

      Eliminar
  4. Sí, para Joao Pedro es todo muy fácil pero para Uruguay es el grupo de la muerte propia. Ni siquiera hace falta que sean campeones del mundo. Basta con que sean europeos. Repasemos: desde que en México 70 le ganamos a la Unión Soviética con un gol de dudosa factura jugamos en el 74 contra Holanda (0 a 2) Bulgaria (1 a 1) y Suecia (0 a 3). Al 78 y al 82 no fuimos. En el 86 jugamos con Alemania (1 a 1), Dinamarca (1 a 6) y Escocia (0 a 0). En el 90 España (0 a 0), Bélgica (1 a 3) e Italia (0 a 2). Al 94 y al 98 no fuimos. En 2002 Dinamarca (1 a 2) y Francia (0 a 0). A 2006 no fuimos y en 2010, que tan contentos nos dejó, jugamos con Francia (0 a 0), Holanda (2 a 3) y Alemania (2 a 3).
    Yo la que veo para joder a Joao Pedro es ganarle a Costa Rica con un penal que le hicieron o no le hicieron a Suárez, empatar contra los dos europeos y que uno de ellos le gane al otro, con lo cual quedamos segundos en el grupo y entonces enfrentamos en octavos a Costa de Marfil, que se morfa crudos a Colombia, Japón y Grecia. Entonces le propinamos otro correctivo al continente africano y en cuartos vamos contra Brasil, con Joao Pedro como mascota.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más que bienvenido el aporte del historial de Uruguay ante europeos en los mundiales en los últimos cuarenta años. La que ves vos -muy parecida a la de Mariolo- es la que dicta el sentido común. Y yo coincido, aunque nos imagino ante Colombia en octavos, que a pesar de todo sería un bálsamo luego de lo vivido. Pero también creo que por nuestros dos delanteros tan temidos en Inglaterra e Italia respectivamente, y por la exigencia de la serie, este es el mundial para empezar a cambiar esa estadística nefasta. No nos imagino eliminados en cuartos o en semifinales, sin haberle ganado a ningún europeo.

      Eliminar