sábado, 14 de diciembre de 2013

Quiénes pueden ganar el Mundial

Me encantan los pronósticos.
Me seducen el riesgo y la convicción íntima de poder comprender, interpretar y predecir un cosmos, por pequeño e insignificante que sea.
En este caso un macro cosmos, la Copa del mundo, nada menos.

Brasil es el candidato natural a ganar esta Copa.
He oído a más de un amigo decir que este Brasil no puede ganar, etcétera, etcétera. Yo tengo lejanos recuerdos del fantástico Brasil de 1970, pero sólo puedo hablar de los mundiales de 1974 en adelante. O sea que sólo vi a Brasil ganar dos copas. Y ambas las ganó con selecciones que no eran tan poderosas como otras que había tenido.
Los campeones de 1994 lo fueron sin apelación, con un Romario insoportable. Los de 2002 tienen la mancha de haber protagonizado la primera definición por penales de la historia, pero levantaron la Copa sin despeinarse y con un Ronaldo apenas en forma.

En los otros mundiales, casi nunca Brasil fue humillado por su verdugo, como sí le ha sucedido a los otros tres grandes, Alemania, Italia y Argentina.
En 2010 perdieron un partido incomprensible ante Holanda; en 2006 los eliminó Francia en un partido cerrado; en 1990 perdieron otro partido imposible por una genialidad de Maradona; en 1986 otra vez Francia -su gran verdugo- por penales; en 1982 en otro partido imposible, se necesitaron tres goles de Paolo Rossi; en 1978 Argentina por diferencia de goles, en una recordada y dudosa definición en la que los locales le propinaron, con los resultados vistos, 6 goles a un Perú ya eliminado, pero Brasil terminó tercero e invicto aquel mundial.
Sólo en la recordada final de 1998 0-3 ante el local Francia, y 0-2 en 1974 ante la “Holanda mecánica”, sólo esas dos veces, Brasil perdió bien, sin levante, superado por un equipo mejor.

O sea. Brasil es candidato siempre, en cualquier continente. Son tantos los jugadores creativos que tiene, y están tan compenetrados con un sistema de juego que conocen desde antes de nacer, que siempre, en cualquier circunstancia, es el rival a vencer. Y si encima son locales…

Quiero añadir un breve comentario sobre el mencionado sistema táctico brasileño, y sobre su actual DT.

Desde que se acabó el fútbol romántico, desde 1974, Brasil juega 4-4-2.
No le importó el largo reinado del 4-4-3, ni los conservadores 5-3-2 o 3-5-2, ni el atrevido 3-4-3, ni el contemporáneo 4-2-3-1.
¿Por qué Brasil juega 4-4-2? Simple. Porque tiene un montón de volantes creativos (los “10”), y porque tienen el secreto de Estado de la fábrica del lateral perfecto.
Desde que Holanda reinventó el fútbol y se acabaron las posiciones fijas, Brasil comprendió que con sus laterales no necesitaría más punteros. Hasta punteros extraordinarios como Robinho deben dejar de serlo, si quieren tener un lugar en la selección.
¿Pero por qué 4-4-2, y sobre todo, qué tipo de 4-4-2?
Los 4 volantes de Brasil son casi siempre dos tácticos, rudos, ordenados, que cubren las espaldas de los laterales, y dos creativos que hacen jugar a los demás. Los dos delanteros, uno por afuera y otro casi siempre goleador, junto a los dos volantes creativos y los dos laterales, le aseguran una fuerza ofensiva de seis jugadores de enorme categoría. Cambian los técnicos, cambian los jugadores, pero Brasil, básicamente, siempre juega igual.

Y hablando de técnicos, es hora de hablar de Felipao.
Yo no veo al individuo como uno de los grandes DT del mundo. Pero tiene tres atributos importantísimos: no pretende ser más estrella que los jugadores, tiene muchísimo mostrador, y es campeón del mundo.
Esto último es clave.
El mayor enemigo que va a enfrentar Brasil es la presión de ser campeón. Si Brasil es tan grande es porque esa presión la tiene cada cuatro años, y ya sabemos cómo se las arregla con ella.
Pero esto es distinto. Acá tienen que ser campeones sí o sí. Y si no lo son, quien pagará el más alto precio no será Neymar -salvo que erre un penal en la final- sino su DT. Y esa presión sólo puede bancarla un tipo que ya salió campeón, a quien aunque pierda, nadie podrá quitarle lo que ganó en la cancha.
Por todo eso Felipao es una buena elección.
Con Felipao detrás de la línea de cal, con Neymar dentro, con el poderío de siempre, y jugando en su casa, Brasil es el favorito. ¿Quién más podría serlo?
Hay un par más sin embargo.

Tengo la sensación de que este será el mundial de Argentina. Messi juega a una cosa distinta, que sólo él conoce, y que no comparte con nadie más. Lo acompañan tres jugadores del más alto nivel: Di María, Higuaín y Agüero. Ese póker de ases -como le llaman algunos periodistas argentinos- está sostenido por la solvencia de Mascherano y Gago.
Los detractores de este equipazo dicen que su defensa es floja. Pero Sabella, que no tiene un pelo de tonto, viene trabajando en eso desde que agarró a esta selección. Y sabe que sólo necesita cuatro tipos que muerdan a los rivales. Del resto se encargan los otros seis.
Argentina tiene además un fixture perfecto, que le permitirá ir aceitando su línea de cuatro de Aquiles mientras gana su grupo sin sobresaltos. Y salvo que en octavos se cruce con Francia, recién en cuartos tendrá un rival exigente con Rusia o Portugal.
O sea que estará en semifinales sin haber enfrentado a ningún candidato. Demasiado hándicap para una selección tan poderosa.
Si Brasil es el candidato, Argentina  es el enemigo.
Y atención: el fixture nos permite ilusionarlos con la soñada final Brasil – Argentina.

Alemania es el tercero en discordia.
Veinticuatro años sin ganar un mundial es demasiado tiempo para el europeo más pesado.
Desde 1966 a la fecha, Alemania estuvo siempre entre las mejores 8 selecciones de cada mundial y ganó las de 1974 y 1990. Y en los últimos tiempos la está mirando desde muy cerca: en 2002 finalista, y semifinalista en 2006 y 2010. Alemania está al acecho; como lo estuvo en 1982 y 1986, y acabó ganándola en 1990.
Ninguna de las grandes selecciones europeas tiene más chances que Alemania en este mundial. En 2010 fue superada sin atenuantes por España. Pero los jugadores de esta Alemania de ahora, ya supieron lo que era golear a Barcelona y a Real Madrid en la Liga de Campeones 2013. Aprendieron la lección. Y eso es lo más peligroso a la hora de enfrentarlos.
De todos modos es el tercero, debajo de los dos candidatos sudamericanos en una Copa que se disputa en Sudamérica. A quienes, probablemente, tendría que derrotar sucesivamente en semifinales y final, para ser el mejor. Una durísima prueba, aún para los teutones.

España, Holanda, Italia, Portugal, Inglaterra, Francia, Rusia… están señaladas para hacer un gran mundial y está claro que pueden ganarle al más pintado. Pero si hablamos de pronósticos, a ninguna imagino levantando la copa.
A pesar de lo bien que juega, a Chile lo mató el sorteo y no podrá con los dos monstruos -España y Holanda- que le tocaron en el grupo. Una de las mayores injusticias del modus operandi de la FIFA.
Colombia está en condiciones de hacer un gran mundial, pero tampoco levantará la Copa.

¿Y Uruguay?
Si es por nuestro volumen de juego, no podríamos pasar la primera fase. Pero el fútbol es más complejo que eso. Y además del rubro personalidad en el que destacamos, este Uruguay tiene un atributo estrictamente futbolístico que no tuvo ninguna otra selección que yo haya visto. Suárez y Cavani son dos de los más grandes goleadores del mundo y encima se complementan. A nadie le hace gracia enfrentar a un equipo duro, valiente, tenaz, y que cuando se suelta tiene dos animales salvajes hambrientos de red adversaria.
Uruguay no es candidato. Pero para mí es el único que puede ser considerado como tal, luego de los tres mencionados antes. Para seguir con los términos turfísticos, Uruguay puede ser la sorpresa.

Claro, falta mucho. En estos meses pueden quebrar a Messi, mutilar a Neymar o poner una bomba en el avión de la selección alemana.
Pero esperemos que nada de eso ocurra, porque esta Copa promete ser mejor que cualquiera  que hayamos visto antes.

Y de ser así, estos son mis candidatos.

2 comentarios:

  1. Fe de erratas, gracias a la atenta lectura del seguidor Luis, que me las marcó vía mail.
    1) Cuando al hablar del sistema táctico de Brasil, menciono "el largo reinado del 4-4-3", evidentemente debí decir 4-3-3.
    2) Esta errata es más grave. La selección brasileña que se consagró campeona con la mancha de protagonizar la primera definición por penales en una final, no fue la de 2002, que derrotó 2 a 0 a Alemania, sino la de 1994, tras empatar 0 a 0 con Italia.
    Daniel.

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  2. Sólo para destacar el extraordinario momento de Suárez. Hablando con un amigo que trabaja en deportes de Televisión Española, me comentaba que Suárez tiene la misma virtud de Messi, que no consiste en aprovechar oportunidades de gol, sino en inventarlas, en crearlas donde nadie más las puede ver. Esto viene a cuento de que seguramente para los ingleses "el Pistolero" sea lo más parecido al Cuco que pueda haber. Definitivamente, los tipos no deben estar nada contentos de tener que enfrentarnos. Otra curiosidad, hablando en plata (literalmente y de acuerdo a los sueldos que cobran) la dupla Suárez-Cavani es la segunda del Mundial, sólo detrás de Messi-Agüero.
    Rafael García

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